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Agustín Ruiz Condega “ sombreron” |
Ante la poca ganancia que deja la venta de artesanía, Agustín Ruiz Condega conocido en Altagracia Ometepe como “ sombreron” decidió vender tortillas con cuajada y café en el parque de la localidad “hay que sobrevivir a como sea honradamente”
Ramón Villarreal Bello
La construcción de un kiosco donado por la cooperación holandesa en el 2007, para beneficiar a un grupo de 13 artesanos isleños entre ellos seis no videntes, llevó a Agustín Ruiz Condega a comenzar a comercializar los productos artesanales que elaboraba, pero al ver que la gente lo que buscaba más era fresco, y algo ligero y barato para comer decidió comenzar a vender frescos, y desde hace un año ofrece a sus clientes tortilla con cuajada y café a solo C$15.
La Alcaldía nos prohibió que trajéramos artesanía de afuera y que solo vendiéramos artesanía hecha en Ometepe “y no recogíamos siquiera los C$600 pesos para pagar el impuesto, y por eso tuvimos que vender frescos y la gente siempre nos pedía algo de comer, porque aquí hace falta un buen mercado, que tenga parada de buses, sus servicios sanitarios, agua potable, luz eléctrica, que haya condiciones para vender de todo” comentó.
De acuerdo con Ruiz Condega, cuando fue remodelado recientemente el parque de Altagracia el kiosco de los artesanos fue demolido y se les construyó otro similar, sin embargo ante las bajas ventas de la artesanía, algunos socios han optado por vender comida, y hasta una heladería fue ubicada en el sitio, detalló.
“Yo comencé a vender tortillas en abril del año pasado, me fui a Managua a buscar una cocina de gas especial para tortillas y me instalé en el parque, primero contraté a una mujer para que me las hiciera, le pagaba 200 córdobas diarios, pero no siguió trabajando y ahora ella también vende tortillas aquí en el parque” señaló Ruiz.
Este humilde campesino isleño, recordó que desde los ocho años ayudaba a su madre a lavar trastes, y aprendió a cocinar solo de ver su progenitora. “Yo aprendí a echar esas tortillas palmeadas como las hacía mi madre, con plástico como las hacen ahora no podía, hasta hace poco aprendí, pero aquí trabajo con mi socia Gabriela Juárez Romero, ella palmea las tortillas y yo las pongo al comal y les doy el punto, los dos trabajamos juntos, cuando ella se calienta las manos me toca lavar trastes y cocinar a mí, y cuando es al contrario, le toca a ella”
En el parque de Altagracia hay seis lugares donde se puede comprar alimentos, y es el lugar preferido de algunos vendedores ambulantes, porque ese es el sitio donde convergen todos los pobladores de comunidades rurales de Altagracia y Moyogalpa, además de turistas nacionales y extranjeros.
“Aquí viene gente de todos lados, y lo que todo mundo quiere es una comida liviana, rápida y barata, mientras esperan los buses, y la tortilla con cuajada les encanta, viera los cheles (turistas extranjeros) como la compran” señaló Ruiz Condega.
Este poblador isleño asegura que puso su venta de tortillas en el parque, “porque doña Rosario Murillo ha dicho que los pobres tenemos derecho a trabajar y nadie nos tiene que quitar el pan de la boca, corriéndonos de nuestros negocitos, ya ve esta tortillería hasta nos da para pagar una trabajadora y en temporadas buenas hasta dos contratamos” afirmó,
“Este negocito es mi jubilación, yo nunca tuve seguro, así que no tengo derecho a jubilación, y mis tortillas son mi pensión pues ya tengo 57 años”, concluyó.
Las tortillas cuestan tres por C$10,
1 totilla con cuajada cuesta C$10
1 tortilla con cuajada y café ometepino cuesta C$15
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