Llegó al béisbol de primera división, cuándo los rosters de los equipos lucían grandes figuras de nuestro Deporte Rey, entre ellos lanzadores de la talla de Denis Martínez, Sergio Lacayo, Julio Juárez, Juan Oviedo, Antonio Herradora, Antonio Chávez y bateadores como Ernesto López, Vicente López, Cirilo Herrington, Luis Fierro, Gersan Jarquín, entre otros.
En medio de esas “estrellas”, del béisbol nacional, el ex pelotero rivense José Molina Acevedo, conocido como “El Cangrejito Playero”, demostró que tenía calidad para establecerse durante trece temporadas consecutivas en nuestro Deporte Rey.
Debutó en la primera división en 1971, vistiendo el uniforme de Granada y como novato no deslució ya que terminó bateando 292 puntos, al conectar 73 imparables en 250 turnos y se ganó la confianza del mánager (qepd), Heberto Portobanco.
En las trece temporadas jugó 816 partidos y acumuló 732 hits y sus mejores cifras las consiguió en 1980, cuando militó con El Frente Sur y logró un promedio de bateo de 326 puntos y en 1978, jugando para los Mets de León alcanzó un porcentaje de 311.
En su segunda temporada el ex pelotero rivense fue líder en triples con 5 y en 1974, que jugó para el Rivas, también fue líder con 4.
Según Molina, el traía el béisbol en sus venas, al igual que el boxeo pero al final le tocó decidirse, por nuestro deporte rey y ahí dejó sus huellas y se ganó un lugar en corazón de muchos fanáticos.
“A mí desde chavalo me gustaba jugar béisbol en las calles y cuadros y también me gustaban los pleitos, diario peleaba y quizás por eso fui fogoso en los engramados, porque no aguantaba burlas de los jugadores de otros equipos”, explicó el pimentoso ex pelotero de la comunidad de Sanaba Grande del municipio de Potosí.
Aseguró que en su afán por incursionar al boxeo, decidió visitar una academia de boxeo en 1965, “dónde conocí al “Ratón Mojica”, Alexis Arguello y les dije que quería integrarme a este deporte, pero cuando me vieron jugar béisbol, me dijeron que me decidiera y opte por los engramados”, comentó.
Según sus palabras el haber debutado en la primera división a los 26 años de edad, le impidió estar en el grupo de los bateadores del más de mil imparables.
Aseguró que esto se debió a que en su juventud no existían Campeonatos Nacionales de Primer División y “fue en el segundo año que iniciaron estos torneos que tuve la oportunidad de jugar con Granada, porque en Rivas, no había equipo”, recordó.
En los campos de béisbol de Rivas, Molina jugaba primera base y a la vez fungía como lanzador, pero cuando Portobanco se percató de su talento y lo llevó a Granada lo convirtió en right filder titular.
Aseguró que entre los lanzadores más difíciles a los que se enfrentó están; Trinidad Vallejos, Sergio Lacayo, Aubrey Taylor y Luis Poveda.
Su última temporada fue la de 1984, cuando regresó a Granada, pero en la etapa regular, fue sancionado dos años por agredir a un árbitro y por su edad prefirió colgar los guantes.
Según Molina el disfrutó el béisbol y entre sus recuerdos inolvidables mencionó, el jonrón que le conectó a los Dantos en el sexto juego de la final que jugó en 1983 con el Frente Sur.
“La serie estaba 3-2 a favor de os Dantos y con el jonrón que le conecte a Rosendo Hernández, ganamos el partido y forzamos el séptimo y decisivo juego en el que nos coronamos campeones ese año. Pero otro gran momento fue cuando llegue de refuerzo a Chinandega en 1975 y en un partido en el que no se presentó Pablo Juárez, y el mánager Argelio Córdoba, me ubicó como cuarto bate y me fui de 4-4”, concluyó de manera sonriente el ex pelotero.
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