 |
| Lesbert Quintero |
El personal hace de tripas corazón, pero la verdad que satisfacer al paciente es misión imposible y lo más triste es acudir a una consulta de emergencia a la hora de una dolencia que plantea una amenaza al asegurado.
Resulta que desde la tarde lunes 24 de julio inicie a sentir un fuerte dolor en mis rodillas y pies. Pensé que era cansancio y algo pasajero al día siguiente el dolor es más fuerte y a eso de las 4 de la tarde me voy a la clínica al área de emergencia, al ver que la cosa era seria y que tenía dificultades hasta para caminar.
Me atienden como a los 40 minutos y la doctora sospecha de fiebre reumática, lesión en tendones o hiperuricemia (ácido úrico elevado) y me da una orden de examen, más ibuprofeno y dipirona para tratar el dolor y una orden de reposo temporal por tres días tras percatarse del malestar.
La sorpresa es que llegó al laboratorio hoy a realizarme el examen en ayuna y me dicen que es con cita y tengo que llegar en 8 días.
Que bárbaros una emergencia juega un papel vital para un paciente y yo que aún tengo dificultad para movilizarme me fui preocupado a realizarme los exámenes aun laboratorio y el costo apenas era de 200 córdobas. Es increíble. Como voy a darle larga a una emergencia cuya asistencia no puede ser demorada.
0 comentarios: