Recorrer hasta 70 kilómetros a pie bajo el sol o en medio de la oscuridad de la noche, es la principal muestra de fe y amor de cientos de peregrinos que llegan al Santuario Nacional de Popoyuapa para pagar favores a Jesús del Rescate.
Lesbert Quintero
Estos devotos llegan solos, en familia o grupos de católicos provenientes principalmente de Jinotepe, Niquinomo, Diriá, Diriomo, Granada, Nandaime. Son los fieles de Jesús del Rescate de los que poco o nada se habla, ya que el principal atractivo de este evento religioso son los devotos que llegan en las tradicionales carretas peregrinas.
Las romerías a pie se realizan durante la Semana de Dolores. Según el padre Marcial Guzmán, párroco rector del Santuario Nacional de Popoyuapa, estas peregrinaciones son el futuro de las festividades que se realizan en honor a Jesús del Rescate.
Tradición
“Ciertamente no se lleva un control ni se han organizado estas peregrinaciones en las que hay grupos 10 y hasta 40 personas que salen en diferentes días y horas hacia Popoyuapa, pero a partir del próximo año vamos a llevar un control de estos devotos de Jesús del Rescate, porque son el futuro de esta tradición, cuando ya nadie opte por venir en carretas”, comentó el párroco.
En las extensas caminatas espirituales participan personas de todas las edades y hasta niños. Unos cargan mochilas con víveres, agua, hamacas y las infaltables banderas de Nicaragua y de la Iglesia católica.
“Por las banderas, las gente los identifica y gracias a Dios y a Jesús del Rescate nos apoyan con desayunos refrescos y agua, y es una muestra de que la fe mueve montañas”, dijo la peregrina María Isabel Gómez, de 51 años.
Gómez, junto a nueve miembros de su familia, salió de Diriomo a las 6:00 p.m. del miércoles y, tras caminar 62 kilómetros, llegó al Santuario de Popoyuapa, al mediodía del jueves.
“Vengo por tercer año consecutivo para agradecer por los milagros que Jesús del Rescate ha concedido a miembros de la familia, y es algo que hacemos por amor y fe”, explicó.
A lo largo del trayecto, estos peregrinos hacen pausas en Nandaime y Ochomogo.
También recargan energías bajo los árboles frondosos a orillas de la carretera.
Entre los peregrinos que caminaron hasta 70 kilómetros se encontraba el grupo de Nery Sánchez, originaria de la comarca El Portillo, del municipio de Niquinohomo.
Martin Sánchez, de 19 años, viajó desde Jinotepe junto a otros jóvenes. “Lo hago por plegaria y la idea surgió con un grupo de amigos que participamos en una peregrinación en Jinotepe en honor a Santiago Apóstol y, aunque es muy cansado, el sacrificio vale la pena”.
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