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Lesbert Q. |
Un rivense que desconoce el proceso judicial que se lleva en su contra, debido a un trastorno mental, inicio a partir de ayer 10 de mayo un juicio en el que es señalado de cometer el delito de tráfico de drogas.
El procesado José Antonio Meléndez Lara de 24 años, perdió el uso de sus facultades el 24 de octubre producto de un balazo que impacto en el costado izquierdo de la cabeza, cuando trataba de evadir un puesto de control que tenía ubicado el ejército en el costado oeste del cementerio de Sapoa del municipio de Cárdenas.
Según la acusación presentada por el Ministerio Publico, Lara se movilizaba en un vehículo en el que trasladaba 98 kilos de cocaína con 752 gramos y viajaba en compañía de otros dos jóvenes, y al pasar por el puesto de control desatendió la señal de alto, y los efectivos del ejército realizaron disparos preventivos y uno impacto en el hueso parietal y occipital izquierdo del procesado.
Desde ese momento Lara permaneció hospitalizado hasta el 8 de marzo y tras la acusación presentada en su contra el juez de Audiencias de Rivas, Alcides Muñoz Alemán solicitó al Instituto de Medicina Legal, (IML) una valoración del estado mental del procesado.
En el informe pericial psiquiátrico forense, emitido por el IML, se detalla que Lara, recibió el impacto de arma de fuego en la región del hueso parietal y occipital izquierdo, causándole un trastorno mental y una lesión cerebral.
“Por este padecimiento amerita ser atendido en una unidad de salud mental para su tratamiento por la especialidad de psiquiatría” señala textualmente el informe de la valoración número 22634-16.
A la vez detalla que el pensamiento, juicio, afecto y conducta de Lara se encuentran alterados y que tiene secuelas en su psiquis que van hacer permanente y recomienda el cuido constante de sus familiares o del personal que está a cargo de él, debido a la lesión cerebral.
Madre y hermana piden casa por cárcel
Lesbia Lara, aseguró que la condición de su hijo es crítica y que teme que su estado de salud empeore debido que desde el 8 de marzo permanece recluido en las celdas preventivas de la policía de Rivas y no es un centro hospitalario como se recomendó.
“Mi hijo cometió un grave error, pero también estoy clara que las celdas no tienes condiciones humanas para tener aun privado de libertad declarado mentalmente incapaz y por eso he implorado a las autoridades que le otorguen arresto domiciliar, pero no he encontrado repuesta”, indicó
Karla Vanessa Sánchez Lara de 22 años, aseguró que su hermano requiere de ayuda para levantarse, caminar y para suministrarle un medicamento que le recetaron para oxigenar el cerebro.
“El y yo somos los únicos hijos de mi mamá y ella está sufriendo mucho con lo que está sucediendo porque mi hermano perdió parte del hueso dónde recibió el impacto de bala, ha sido operado dos veces, no recuerda nada y si se golpea la cabeza corre el riesgo hasta de perder la vida y por esta razón se ha insistido en el arresto domiciliar desde que decidieron trasladarlo del hospital de Rivas a la policía”, concluyó Sánchez.
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